En una sociedad volátil, llena de información, acelerada, que va a un tiempo fuera del tiempo,
siempre hay una constante, el hacer cosas nuevas, ser productivas, hacer más y más.
Pero lo cierto, es que, aunque tengamos una vida llena de demandas, dinámica y cosas inesperadas, existe un camino de hábitos, de rutinas, de acciones que pueden servirte como base para crear tu propio modo dentro de esta velocidad humana. Tu propia forma, tu propia rutina.
Podríamos verlo como un conjunto de acciones conscientes que nos acercan de manera activa al autoconocimiento, equilibrio, salud y bienestar.
No hay una única forma, un solo molde, la norma nos oprime y nos encierra.
No hay mejor ni peor y no hay atajos.
Pero si hay medios, intentos, experimentos y recursos al alcance de todas, todo está disponible para aquellas que queremos ver otra forma y acercarnos a nuestro propio ritmo.
Porque cada una tiene un ritmo, porque hay que animarse a encontrarlo, porque aunque no nos lo hayan enseñado, eso no puede ser sinónimo de conformismo.
Si hay algo que te marca que estas siguiendo el camino incorrecto prueba el tuyo, indaga en esa energía que es propia y crea tu propio camino, con tus hábitos y tus rutinas que te hagan vivir mejor.
En esta sociedad de moldes eternos, que difícil se vuelve muchas veces,
salirse de esos modelos ajenos que no son los propios.
Es un verdadero desafío ponernos en el centro, abrazando nuestro dinamismo y nuestra propia naturaleza.
Somos movimiento constante, somos ciclicidad, somos creativas y creadoras.
Haz tu propio recorrido, haz contacto con tu verdadero yo, acaricia tu alma desde la consciencia y deja que el flujo de la vida se exprese a través de ti.
La revolución femenina empieza por re-conocerte!
