Escribir me encanta, lo hago a menudo, no solo por acá, sobre todo en mi cuaderno que tengo al lado de mi cama.
Me encanta escribir y más cuando lo hago con la intención de divulgar aquellos temas que me inspiran, aquellas temáticas que creo que pueden aportar y ayudar a alguien y sobre aquello que ha pasado por mi cuerpo y mi mente cambiándome por completo.
Pero a veces el afán de estar generando un contenido para "…" en esta sociedad que lee apenas las primeras líneas, que se aburre, que prefiere lo inmediato y lo poco pensante, me aturde, me abruma y me desmotiva.
Quisiera que todas y todos conozcan lo que es practicar Yoga y sus beneficios, que cada mujer pueda tener herramientas para transitar sus etapas vitales con conocimiento, sostén y libertad.
Que tengamos una educación sexual real y calidad para vivir con más disfrute y placer. Es por ello que escribo lo que escribo.
Pero la realidad, es que dependerá de cada quién, no podemos pretender que el contenido de afuera, nos de la información y la consciencia que tenemos dentro y que hay que buscar allí, para nuestra evolución.
Más información tenemos, más desconectados de nuestro cuerpo y nuestra naturaleza estamos.
Y esto no es subestimar ni lo que expongo, ni la información real y de calidad que leemos a través de las modernas tecnologías, sino que me parece importante remarcar (como si fuera un mantra) que no olvidemos de esa conexión real con nosotras mismas, eso no nos lo dará nadie, ni la más grande inteligencia artificial.
Seguiré escribiendo para divulgar, sin mucha coherencia algorítmica, lo que me despierta cada encuentro, cada experiencia, recordándome cada vez que esto es un medio más, pero que lo real está dentro siempre, guiándome hacia el lugar correcto.
Love is in the air!